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jueves, 1 de octubre de 2020

Un conflicto imaginario: Theos vs. A-theos



Debemos empezar este ensayo informando que las posturas Ateas y Teístas tienen hoy en día una connotación muy tergiversada de lo que realmente son, o de cómo nace el debate entre la posición Atea y la posición Teísta.

Para esto debemos ubicarnos en el periodo clásico y aprender lo que realmente significa estar en la posición Atea o en la posición Teísta y ubicar la discusión en el contexto del verdadero significado de estas dos posturas.

Empecemos recordando que previo al florecimiento del uso de la razón para entender la naturaleza, en los albores de la civilización occidental, en la región de Grecia, sus habitantes creían que el Sol, la Luna, los cielos, eran sus dioses, los fenómenos naturales que observaban en el cielo pensaban que eran las señales de los dioses, es decir vivían de mitos y leyendas. Previo al periodo de clásico de la sabiduría muchos antes que los precursores presocráticos, las civilizaciones antiguas también adoraban imágenes y daban gracias a ellas por las cosechas obtenidas en la tierra que les permitía recolectar sus alimentos, es conocido, de la cantidad de descubrimientos arqueológicos que han aportado evidencia de imágenes de mujeres con un rasgo particular en donde la vulva siempre sobresale, para las civilizaciones antiguas representaba el nacimiento, era venerada cuando se producían los nacimientos, las grandes cosechas, la tenían como la Diosa del Nacimiento, en gran parte de las civilizaciones antiguas, muchos antes que el periodo clásico del nacimiento de Occidente, veneraban a la imagen de la mujer, al toro como dios fuerte capaz de controlar la fuerza de los vientos, también se han hallado descubrimientos en donde se ve la imagen de una mujer con los pechos y la vulva bien pronunciados flanqueada por dos leones como representación, por un lado de la Diosa del Nacimiento y por otro lado, los leones como Dioses que representan las fuerzas de la naturaleza.[1]

Las civilizaciones prehistóricas siempre practicaron lo que se denominó la religión temprana y la pre-ciencia: por ejemplo, las herramientas que usaban para la obtención de sus alimentos; con el nacimiento de la agricultura las civilizaciones antiguas tuvieron que innovar para construir herramientas que les permitiese trabajar la tierra y obtener alimentos, aunado a este trabajo y esfuerzo que hacían, siempre veneraban a sus dioses como forma de agradecimiento.

Luego de todo esta fase prehistórica, las civilizaciones siguientes seguían teniendo sus dioses y siempre los veneraban y agradecían cuando habían periodos de abundancia, hasta ese entonces no se hablaba de un creador universal, los dioses se reducían a imágenes hecha con piedras o pinturas prehistóricas; en la etapa conocida como el milagro de Grecia, cuando a través de la razón se empieza a entender la naturaleza, los pensadores empiezan a observar el mundo natural, observar los animales, el fuego, el agua, la tierra, con la finalidad de encontrar explicaciones a la pregunta que por siglos ha dado mucho que debatir, ¿por qué hay algo en vez de nada?.

Los presocráticos mirando siempre a los cielos, se preguntaban, ¿quién habrá creado todo esto?, ¿existirá un creado universal?, de ahí la palabra Theos que significa creador universal, hacedor del universo. Se cuenta que Thales de Mileto, en ese entonces la región de Jonia y Mileto que era una de sus colonias, lo que hoy se conoce como Turquía, pasaba horas mirando al cielo y se desconectaba de todo lo que tenía a su alrededor, en cierta oportunidad mirando al firmamento empezó a caminar sin retirar su mirada de ese vasto Kosmos, seguía caminando hasta que cayó en un pozo y un esclava soltó una carcajada en tono de burla, de ahí sale el dicho: En ese momento Occidente cayó en el pozo de la filosofía.[2]

Ahora bien, cuando se coloca el prefijo a a la palabra theos, se foma Atheos que significa sin creador, o sin un ente creador. Por lo tanto, la persona que se identifica como Ateo debe estar segura (se asume que tiene la evidencia) de que el universo se generó de otra forma sin la necesidad de un creador universal. Ese es el centro del debate, argumentar cómo y de qué manera se generó el Kosmos desde la perspectiva Deísta y la perspectiva Ateísta. Con el pasar de los siglos y especialmente en la época de la ilustración, hablamos del siglo XVIII, el termino Ateo se empezó a usar de forma frecuente para formular la premisa de que no se necesita tener una creencia religiosa o una deidad para formular el conocimiento, pues bien, desde ese momento se distorsionó todo el debate, por parte de los Ilustrados, que terminó en desacreditaciones e insultos para generar ese ambiente hostil hacia la religión y que se ha extendido en el tiempo hasta nuestros días. Para la mayoría de los historiadores, el error de la Iglesia Católica fue haberse adherido al absolutismo de la monarquía lo que causó rabia en los eruditos de la Enlightment y de la posterior revolución francesa, ya que la Iglesia llegó a ser la número dos en la formación del Estado, lo cual la hacía poseedora de beneficios económicos mientras la población pasaba necesidades, eso no se puede negar. En todo caso, este es un tema que da mucho para investigar, hay mucha especulación de lo ocurrido tras la revolución francesa, el papel de la iglesia, la monarquía, y el pueblo.[3]

Pero también debemos remontarnos al siglo XVII, el siglo de la revolución científica, en donde el gran científico Galileo Galilei y la Iglesia Católica fueron los protagonistas de un conflicto que ha servido para todo tipo de mitos y polémicas. Aquí, en este evento de la historia, fue donde se presionó el botón de Start para generar todo tipo de malos comentarios en contra de la iglesia católica y que, aunado al tribunal del santo oficio, fue la cepa que se mezcló con esa disputa, la de Galileo, para crear un licor toxico que tuvo muchas premisas basadas en leyendas y cuya conclusión fue la siguiente: la Cristiandad era opuesta a la ciencia y la atrasaba. Es sabido, hay muchos estudios, que el tribunal del santo oficio tuvo su origen para otra causa y no para perseguir científicos como aún persiste en la mentalidad del colectivo que no lee, no es tema de este ensayo hablar de la inquisición; el conflicto entre Galileo y la Iglesia ha sido muy distorsionado, se sabe que Galileo tuvo mucha culpa en ese problema a la luz de nuevas investigaciones por parte de los expertos[4], de igual manera no entraremos en este tema, da para mucho de que hablar y seria desviar la tesis central que es la pelea inexistente entre la visión Deísta y la Ateísta.

De esta manera, se generó un falso conflicto que empezó con la disputa Galileo-Iglesia Católica y que luego en la Ilustración se le sacó punta a ese lápiz para desacreditar más al cristianismo; la invención de la imprenta por parte de Gutenberg también jugó un papel muy importante para crear material que se pudo a rodar por todo Occidente con el propósito de mancillar a la Iglesia. Luego vinieron las periodificaciones de la historia en donde quisieron renegar a la Edad Media como un periodo oscuro de la historia universal y que cuyo responsable fue la Iglesia Católica[5]; actualmente, gracias a la perseverancia de muchos historiadores que se han dedicado a investigar muy a fondo la Edad Media han presentado cualquier cantidad de evidencia que apunta en la dirección contraria a la imagen que muchos de los intelectuales del periodo de la ilustración mostraron en su momento y que con el pasar del tiempo se mantuvo, generando una pelea imaginaria, tal y como afirma el historiador de la ciencia, biólogo evolutivo, paleontólogo y geólogo, Steven Jay Gould (1941 – 2002), es una pelea que sólo existe en la mente de aquellos que no ven la lógica y la utilidad de tener amabas entidades, Ciencia y Religión, como esencias vitales en la sociedad[6]. Por ejemplo, una cita de este libro, cabe destacar que Gould fue agnóstico, dice así:

“Aquellas personas de buena voluntad desean ver a la ciencia y a la religión trabajando juntas, para que de esta manera se pueda enriquecer la práctica de la ética en nuestra cultura.”

Al final de este ensayo les dejaré bibliografía referente a la Edad Media, escrita por destacados académicos en el área de la Historia para aquellos que quieran profundizar en este tema.

El ateísmo tiene su origen en Occidente, en la antigua Grecia, la época clásica de la sabiduría, y no eran personas que querían estar en conflicto con aquellos que poseían una deidad, la idea no era estar en constante pelea e insultos, como suele suceder con el movimiento New Atheism que es más agresivo e incluso terminan cayendo en los mismo que tanto suelen criticar, caen en los insultos y en la irracionalidad porque les molestan las imágenes religiosas, les molestan cuando alguien habla de religión, en pocas palabras: Ateos de café que solo buscan pelearse con alguien y aquel que grite mas fuerte se alza como “ganador”.

Entre los primeros ateos que vivieron en los albores de la civilización, mencionamos a Epicuro y Demócrito, para el primero el universo se generó por pequeños elementos existentes en el Kosmos en cuyos movimientos e interacciones de forma casual crearon el universo sin un guía o algo que tuviese el control, para el segundo, el universo está compuesto por algo que llamó á-tómos, en donde el prefijo a, como mencioné, significa sin y la palabra tómos significa sección, es decir, sin sección que no se puede cortar, en pocas palabras indivisibles[7]. A estos intelectuales se les conoció como la Escuela Atomista.

Entonces, el debate se debe enfocar hacia aquellos que defienden la postura de que el Universo fue creado por algo, por ese hacedor universal llamado Theos, y en aquellos que defienden que el Universo no necesitó de un agente externo para su creación, ese es el centro del debate, el debate no se debe desviar haciendo preguntas tales como: ¿Existe evidencia de que hay algo en los cielos que nos está mirando? Really? Simplemente esas preguntas provienen de aquellos ateos que no leen y ven al teísta como una persona que cree que alguien en los cielos vigilando lo que hacen los seres humanos.

En una conferencia que Carl Sagan dictó en el año 1994, The Lost Lecture of Carl Sagan: The Age of Exploration, le preguntaron acerca de la religión, como era de costumbre en la mayoría de sus lecturas, y respondió muy elegantemente, a diferencia de lo que mucha gente opina sobre él sin antes leer a Carl Sagan y leer sobre Carl Sagan.

“La idea de Dios da para muchas lecturas; si tu idea de Dios es ese señor blanco, delgado con una larga barba blanca sentado en un trono mirando hacia abajo, para la cual no hay evidencia, pues en mi mente no hay cabida para eso. Pero si tu idea es la del Dios Espinoza de Einstein, es decir, todo lo que tiene que ver con las leyes de universo y la creación de este, pues claro que Dios existe.[8]

El debate no es entre religión y ciencia como suele hacerse creer y que fue la forma distorsionada que se le dio a la discusión. El argumento en la cual se apoyan los nuevos ateos acerca de que un creador nace de la mente de un religioso fanático y que no hay cabida en la mente de un científico para apoyar la teoría de un creador del universo es falso; los primeros pensadores del periodo clásico se hacían la pregunta ¿quién habrá creado todo esto?, ¿es irracional esa pregunta? Para nada, son preguntas filosóficas, de querer ir más allá del mundo físico, de ahí el termino, Metafísica. De igual manera para la postura a-tea surgen preguntas filosóficas como por ejemplo: ¿por qué la necesidad de un creador universal?, ¿cómo el universo pudo haberse creado sin existir un agente externo cuando era solo una singularidad?

Entre los argumentos teístas para lo cual hubo un agente creador del universo tenemos: El principio ontológico, el principio de causalidad, la teoría del ajuste fino (Fine tuning) y la suma teológica de Tomas de Aquino.

Por el otro lado, tenemos que los argumentos que han planteado los nuevos ateos, está el que planteó el naturalista Richard Dawkins en su libro El espejismo de Dios, buen libro por cierto, lo recomiendo y la teoría presentada por el físico teorético Lawrence Krauss, Un universo de la nada, por nombrar algunos.

Ha habido muchos debates entre los nuevos ateos y los que defienden la postura teísta, en YouTube Ud. puede encontrar una variedad de buenos debates entre destacados científicos, filósofos, que defienden una u otra postura, pero el debate siempre se centra en la idea principal, la cual es, por un lado: El universo surgió de un creador y en la otra tendencia: El universo no necesitó de un creador para nacer.

El individuo como ser racional, a la final, es el que debe identificarse con una idea pero en base a literatura escrita por expertos, no en base a la opinión de la cantidad opinólogos los cuales abundan hoy en día y sobre todo en las redes sociales. Como siempre mi consejo es: lea, investigue y fórmese su propio criterio, no deje que otro se lo cuente.

Bibliografía recomendada:

1) La máquina medieval: La revolución industrial en la Edad Media por Jean Gimpel

2) Los intelectuales de la Edad Media por Jacques Le Goff

3) Más allá de las fronteras del Universo por Leonard Susskind

4) Los inicios de la Ciencia Occidental por David C. Lingberg



[1] En sitios arqueológicos de asentamientos prehistóricos como Netiv HaGdud en Israel, Mureybet en Siria y Salibiya en Jordania, por ejemplo, se han descubierto cientos de estatuillas femeninas de piedra estilizadas. En general, solo los ojos, los pechos y el triángulo púbico son evidentes. Se piensa que son imágenes de una nueva Diosa de la fertilidad responsable de la abundancia en la cosecha, así como de los nacimientos humanos, para mantener la estabilidad de la población, y animales, para proveer carne, leche y lana. Al mismo tiempo las imágenes de toro abundan durante esta era y se piensa que simbolizan los poderes de la naturaleza. (Amir Aczel, Por qué la ciencia no refuta a Dios, pág. 44)

[3] Véase Anatomía de la Revolución, Brinton Crane, 1965, Londres.

[4] Galileo goes to jail and other myths about science and religion, Ronald L. Numbers, 2009, London.

[6] Rock of Ages, Science and Religion in the fullness of life, Stephen Jay Gould, 1999, United States. Preamble.

[7] Por qué la ciencia no refuta a Dios, Amir Aczel, México, 2014.

[8] https://www.youtube.com/watch?v=6_-jtyhAVTc Ultima vez visto el 27 de sept. de 20


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