Carl Sagan dijo que la búsqueda de la verdad es bastante sacrificada, ir
tras la verdad es correr el riesgo de que el final no sea el esperado. En todo
caso, lanzarse a la búsqueda de la verdad requiere de sacrificio, requiere de
mucha lectura, y no me refiero a cualquier tipo de lectura, sino a la
literatura hecha por los expertos, la que nos gusta y la que no. Para encontrar
a aquello que llamamos realidad debemos dedicar horas de lecturas, horas de investigación,
sentarse a pensar, a teorizar y sacar conclusiones que sean coherentes con
nuestra o nuestras hipótesis iniciales. En este era posmoderna, donde reina el
relativismo puro y duro, buscar la verdad es tarea que requiere una doble
dedicación comparando con épocas anteriores, con lo cual no quiero decir que el
tiempo pasado fue más fácil para los grandes pensadores, nada que ver.
En la época medieval ir tras el conocimiento era tarea que requería de años
de investigación y lectura, pues debemos recordar que el conocimiento se
formulaba de forma teórica luego de mucho estudio y se debatía en las nacientes
universidades medievales con un gran rigor, con lógica y mucho razonamiento,
fue la llamada época de la verdad unitaria. Luego, cuando el hombre pasa a ser
el centro de todo, antropocentrismo, y Dios queda en el segundo puesto, se dio
paso a la época de la separación, ¿qué es esto? Pues bien, filósofos medievales
tardíos como Guillermo de Ockham plantearon la tesis de que a Dios no se puede
llegar a través de la razón y entonces la única forma de llegar a un
conocimiento real es a través de la razón y lo no cognoscible se debe dejar a
la fe mas no a la razón, tal cual como fue en milenio medieval. Tras el periodo
renacentista y el nacimiento de Estado Moderno, nos llegó el periodo ilustrado
en donde la verdad paso a su tercera etapa, la época de las verdades diversas.
El Estado como única verdad y como gran ente planificador, fue puesto por
encima del hombre y Dios pasó al tercer puesto donde, debemos recordar que tras la revolución francesa el cristianismo fue prohibido. La iglesia que en el periodo de la Edad Media tuvo un fuerte
impacto en el nacimiento y guía de la civilización, en el periodo del
renacimiento empezó a ser dejada a un lado colocando al hombre primero, para
que a partir de la ilustración ya la iglesia no tuviese voz en el futuro de la
civilización, o quizás ya muy poco peso.
Por último, entramos en el periodo de la posverdad o de la verdad indeseable; con una cultura reinante a partir del siglo XX muy secular, la religión cristiana era una figura que provocaba burlas en las nacientes sociedades marxistas, la libertad de culto religioso se fue apagando dando paso al materialismo y las alabanzas al líder que todo lo provee y que a la vez está capacitado, según esa verdad que se fue enquistando en la sociedad, para cuidar a sus seguidores, se instauró, hasta el día de hoy, la verdad del líder que todo lo sabe y que no debe ser cuestionado. La conclusión que todo esto trajo a partir de la ilustración y luego en el siglo XX fue simplemente que el individuo dejase de pensar por si mismo, dejando así su proyecto de vida en las manos del tan anhelado líder, nada alentador se podía esperar para el siglo XXI, el siglo del populismo, así lo llaman algunos, la época posmoderna en donde todo debe ser suavizado porque alguien se ofende, la verdad simplemente no existe, pues la opinión, que Platón definió en la republica como el punto medio entre la verdad y la ignorancia, estando por debajo de la verdad, pasó a ser considerada como una verdad, la opinión de cualquiera debe ser verdad porque de no aceptarse así, la neo inquisición viene a quemar a todo aquel que no acepte la opinión de la masa, aunque la masa esté equivocada.
Es por esto por lo que cuando escribo que hoy en día la verdad debe ser defendida con el doble de esfuerzo, es precisamente porque la verdad se resiste a ser aceptada siendo reemplazada por la opinión que es la escala más baja del conocimiento. En los periodos antiguos para defender una idea había que estudiar mucho, en esta era posmoderna las ideas se defienden con las opiniones de los infuencers y con toda la moda progresista impuesta por los “intelectuales” que escriben para defender el discurso de lo políticamente correcto, por lo tanto, si una idea es contraria a la razón, pero hace feliz a las masas debe ser aceptada como verdad.
La ciencia, lo que llamamos ciencias duras, es de imaginar que no quedó
ajena a todo este avance posmoderno. La ecuación matemática planteada fue la
siguiente:
Método científico + secularismo = realidad
La iglesia católica que otrora tuvo fuerte impacto en el desarrollo del
conocimiento que venía manifestándose en el desarrollo de la civilización,
quedo en el anonimato y con todas las puertas cerradas, veamos:
a) El cosmos, hasta inicios del siglo XX, se aceptaba que era eterno e
infinito, una visión muy aristotélica. Ese era el modelo aceptado por los
grandes pensadores de la época. Cuando Albert Einstein da a conocer su
Relatividad, primero especial y luego general, toda la idea que se tenía del
universo cambió y modificó todo el panorama de la cosmología, dando paso a la
cosmología moderna cuyo precursor fue el Padre Belga George Lemaitre,
reconocido después de décadas como el padre de la cosmología moderna. La
constante cosmológica en la ecuación de campo de Einstein fue la evidencia
irritadora que empezó a develar que quizás el universo no era eterno e infinito
y que siempre había estado ahí, de todas maneras, Aristóteles siempre habló de
las primeras causas, causalidad, vale destacar. Entonces el católico belga
formuló su teoría del inicio del universo en una singularidad pequeña, incluso
más pequeña que un átomo y que manifestaban las ideas del padre Lemaitre de que
el universo tuvo una causa en clara conexión con el Genesis. De forma
despectiva fue calificada como la Gran Explosión, la teoría del Big Bang.
b) Dado el secularismo reinante a partir del siglo XX el padre Lemaitre fue descalificado por una gran mayoría dentro de la comunidad científica que se rehusaba a aceptar la teoría propuesta por el católico. No fue sino hasta los descubrimientos del astrónomo Edwin Hubble, el corrimiento al rojo de las galaxias, que se empezó a evidenciar que el universo se estaba expandiendo y que por lo tanto su origen tuvo que haber estado en una singularidad, la hipótesis de Lemaitre entonces pasó a ser ya un estudio serio dada la evidencia de Hubble, el mismo Sir Fred Hoyle, tenaz defensor de la idea aristotélica, no aceptaba la hipótesis de la Gran Explosión y se embarcó en la aventura de estudiar e investigar para refutar la teoría presentada por el fiel. Fue precisamente en esa búsqueda que él mismo se impactó por lo que halló; la cantidad de carbono requerida para la vida que se formó en la marcha del universo fue un valor tan pero tan preciso, de tal manera que si éste valor hubiese variado en una pequeña fracción, por encima o por debajo, la vida no hubiese tenido lugar, por lo tanto la conclusión debe ser que el universo empezó en un punto muy pero muy caliente y tras el Big Bang los elementos se fueron formando a través de un proceso que puede ser estudiado de forma racional y que permitieron la formación de las estrellas, planetas, galaxias y por ende los elementos necesarios para la formación de la vida.
c) En la década de los años 60´s,
Arnio Penzias y Robert Wilson, de forma accidental descubrieron la Radiación de
Fondo Cósmico, radiación que quedó tras el Big Bang y que fue aportando mucha
más evidencia en torno a la teoría de la Gran Explosión, recibieron el premio
nobel por este descubrimiento. A finales de la década de los años 80´s, se
lanzó el explorador COBE [Cosmic Background Explorer] y que termino por traer
evidencia aún mas sólida sobre la teoría del Big Bang propuesta por el padre
Lemaitre en la primera mitad del siglo XX. Conclusión, se tuvo que reconocer al
católico y científico George Lemaitre, mucho tiempo después, como el padre de
la cosmología moderna y uno de los científicos más importante del siglo XX.
d) Con los avances en el área de la cosmología se empezaron a diseñar
modelos que permitieran entender aún mas los primeros instantes de universo, el
explorador COBE fue lo más atrás que se pudo llegar, para estudiar el origen
del cosmos más allá de lo que llegó el COBE se tuvo que ir al mundo subatómico y
construir grandes laboratorios [Colisionadores de partículas] para empezar a
simular las condiciones tempranas del universo con la finalidad de dar con
evidencia de cómo sucedieron las cosas, cómo nace la materia y la pregunta que
ha intrigado desde el periodo clásico, qué hubo más allá del Big Bang. La
información arrojada por estos modelos fue la siguiente: El universo, en su
etapa temprana, o los primeros 3 minutos como describe el titulo de un
excelente libro del nobel Steven Wineberg, tuvo números tan finamente ajustados
de tal manera que, pequeñas variaciones en estos números, en pequeños
porcentajes, el universo no hubiese tenido a lugar. A esta nueva evidencia se
le llamo el fine tuning de las constantes de la naturaleza. Por ejemplo;
la magnitud de la fuerza gravitatoria en comparación con la fuerza electromagnética
es bastante débil, al parecer esto fue finamente ajustado para la creación de
estrellas, planetas, galaxias y por ende la vida. La constante cosmológica es
un número tan pero tan pequeño que es como una fuerza anti gravitatoria, que
explica la expansión del universo y que a finales de la década del 90´s se
evidenció que el universo se está expandiendo a gran velocidad. Feynmann dijo
en una oportunidad: “Nadie sabe por qué este maldito número es así, parece que
fue escrito con la pluma fina del creador.” Lo cierto es que, a principios de
la década del 70´s, los científicos Bernard Carr y Martin Rees fueron los
primeros en presentar un paper para presentar la hipótesis del fine
tuning y desde entonces esto tiene de cabezas a la comunidad científica que
trabaja en esta área, nadie sabe el por qué de este ajuste tan preciso de las
constantes de la naturaleza para permitir la formación del universo de forma
racional y que dio paso a la formación de la vida. En su libro debate La
naturaleza del espacio tiempo, Roger Penrose y Stephen Hawking, presentado en los 70´s, llegaron a una conclusión en conjunto y fue que el universo tuvo
que ser finamente sintonizado para un propósito, el de la formación de la vida.
Freeman Dyson dijo: “Mientras más estudio el universo más concluyo que sabía
que veníamos.” Obviamente, al igual que la evidencia de la expansión del
universo, el fine tuning trajo consecuencias que a cierta parte de la comunidad
científica irrita. El debate, hasta hoy día, no ha cesado: filósofos, teólogos,
físicos, cosmólogos, etc, han sido parte de acaloradas discusiones en donde por
el lado materialista se afirma que el proceso del fine tuning fue un
proceso derivado de la hipótesis del multiverso y por el lado teísta/deísta un
acto de creación tuvo lugar para generar un universo con las condiciones
necesarias para la formación de la vida. La pelea no es entre ciencia y
religión, es entre dos cosmovisiones. David Berlinsky afirma que la ciencia no
ha podido dar una explicación de por qué el universo parece haber sido
finamente ajustado, por lo tanto prefieren creer cualquier cosa con tal de que
no tenga nada que ver con la cosmovisión teísta/deísta.
Por eso la cita del nobel Steven Wineberg que acompaña a este post; la
verdad no tiene que complacer a nadie y mucho menos convencer, la verdad es la
verdad, guste o no; la palabra ciencia deriva del latín scientia que significa:
conocimiento. El conocimiento puede tardar meses, años, décadas o siglos para
ser encontrado, como dije al principio, se puede vivir de la opinión, pero al fin
y al cabo es eso, una mera opinión y debe quedar ahí sin transcender, algo que
para nada ocurre en este mundo posmoderno. En cambio, el conocimiento real
requiere de mucho pero mucho tiempo, disciplina e investigación. Aún hoy se debate
la naturaleza del conocimiento; el conocimiento parte de una creencia y que con
el tiempo esa creencia debe ser sometida a prueba, a falsaciones, para lograr
dar con alguna teoría que explique algún fenómeno de la naturaleza y que sin
distinciones de a quien gusta o no, debe ser aceptada temporalmente hasta que
aparezca evidencia que contradiga o refute lo anterior expuesto. El nobel Penrose en su libro: Moda, fe y fantasía plantea que el conocimiento puede variar y cuando
esto ocurre la nueva evidencia aportada debe ser estudiada para dar con una
nueva teoría o afianzar más el conocimiento previo.
Cuando Einstein presentó su Relatividad, la Royal Society se
rehusaba a aceptar lo propuesto por el físico alemán; primero, eran tiempos de la
primera guerra mundial y Alemania era el enemigo, por lo tanto, no se podía aceptar
algo que en ese entonces venía del enemigo; segundo, la mecánica clásica de Newton
era el sistema de creencias que se defendía celosamente, era lo que se enseñaba
en todo el mundo occidental, era el credo de los pensadores que formaban parte
de la elite científica de Inglaterra, no se podía permitir que la gravedad presentada
por Newton fuese puesta a juicio. Einstein dijo, dada la cantidad de críticas
que recibió cuando presenta su teoría; “Basta con que una sola persona me
refute para desechar mi teoría.” Por cierto, este dicho de Einstein fue la luz
que se le encendió a Popper para que tiempo después formulase su famosa teoría
de la falsación y que tuvo que se incorporada como un paso adicional al método científico.
Cuando se pensaba que toda la física estaba lista, aparece la mecánica cuántica
y por supuesto al principio fue objeto de muchas críticas, con el tiempo tuvo
que ser aceptada como área de estudio por la evidencia que empezó a aparecer.
La hipótesis del Big Bang al principio fue objeto de burlas y que después de
mucho tiempo tuvo que ser aceptada dada la evidencia aportada por las largas
investigaciones hechas en el campo de la cosmología.
Concluyo entonces con lo siguiente; uno de los grandes retos que tiene el
mundo de la física actualmente es unificar las leyes de la naturaleza, las
fuerzas fundamentales de la naturaleza, encontrar una ecuación matemática que
pueda explicar cómo se originó la materia y por supuesto la pregunta que por
siglos ha intrigado a los grandes pensadores, qué estuvo detrás de la creación
del universo o quién estuvo involucrado en la creación del universo. Quizás muchos
de nosotros no seremos parte de ese gran acontecimiento en la historia de la humanidad,
pero lo que si deseo es que sea cual sea el descubrimiento tras el surgimiento
del universo, la sociedad futura sea pensante y no activista, ya sea de una
posición u otra, para generar discusiones serias y no peleas de redes sociales cargadas
de pura opinión. La verdad no está para complacer, la verdad debe ser tomada
como un escalón en post de mejorar nuestra humanidad, aunque esta duela.

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