El cientificismo, según
la Real Academia Española [RAE], es la teoría que postula que solo son válidos
aquellos conocimientos que se adquieren por las ciencias positivas. Tendencia a
dar valor excesivo a las nociones científicas o pretendidamente científicas.
Según esta definición
solo aquello que puede ser observado a través de la experiencia es válido
[Física, Química y Biología]; todo aquello que no tenga cabida en el mundo de
la observación [en el mundo natural] no debe ser considerado como conocimiento
válido. En la primera mitad del Siglo XX se afianzó esta idea de la ciencia
positiva, los positivistas lógicos del círculo de Viena formularon la teoría
que asevera que solo aquello que es validado a través de la observación o el
cálculo matemático debe ser considerado como conocimiento o una teoría. Hasta
ese entonces la Metafísica era considerada como rama de estudio e investigación,
pero con el advenimiento de los positivistas quedó bastante relegada, ya que
estos [los positivistas] afirmaban que la metafísica es “algo” que navega en el
mar de las emociones por lo tanto no es de utilidad y así de esta manera con el
pasar del tiempo, hasta llegar a nuestros días, la ciencia se ha hecho
estrecha, se ha hecho un monopolio en donde todo aquello que no se someta al
método científico no es considerado área de estudio o conocimiento válido.
Karl Popper (1902 – 1994)
fue muy crítico del círculo de Viena, pues argumentaba que la postura de estos
con el tiempo tendería a ser parecida al fundamentalismo (para no usar la
palabra religión) por lo tanto se terminaría cayendo en lo mismo que solían
criticar, que no era mas que la religión, recordemos que el siglo XX estuvo
plagado de movimientos seculares. Popper argumentaba que una hipótesis que ha
sido comprobada por la experimentación debe ser sometida de forma muy rigurosa
a la falsación, es decir, modificar parámetros en el experimento de tal manera de
verificar si siempre se llega al fenómeno esperado, Popper afirmó: “Basta
una sola evidencia que refute la hipótesis para que una teoría sea falsable.”
Austin Leland Hughes
(1949 – 2015) fue un distinguido académico en el área de Biología de la
Universidad de Carolina del Sur, en un excelente ensayo [1] afirma lo siguiente:
“Tanto en el trabajo de
los filósofos profesionales como en los escritos populares de científicos
naturales, con frecuencia se afirma que la ciencia natural constituye o pronto
constituirá todo el dominio de la verdad. Y esta actitud se está generalizando entre
los propios científicos. Muchos de mis contemporáneos en la ciencia han
aceptado sin lugar a dudas la idea que sugiere que un grado avanzado en algunas de las ciencias naturales confiere capacidad de pontificarlas sabiamente a todas e incluso por encima de otras áreas del conocimiento.”
Peter Atkins, destacado ex
académico, en Química, de la Universidad de Oxford es un fiel defensor de la
ciencia como una fuente de conocimiento válido y verdadero, en su ensayo
denominado: La ciencia como verdad única, afirma que la ciencia es la
única que tiene la competencia de afirmar la realidad ultima, de donde se
empezó a usar de forma peyorativa el termino Cientificismo pero que con
el pasar del tiempo se ha convertido en la insignia de honor de sus defensores,
en el libro Everything must go Metaphysics naturalized, algo así como: Todo
lo metafísico debe ser traído al mundo natural, los filósofos James Ladyman, y Don Ross van
tan lejos como para dar derecho a un capítulo "En defensa del cientismo o
cientificismo”.[2]
El argumento fundamental
en contra del Cientificismo, arguye Rik Peels[3], es que las ciencias
naturales en si mismas dependen de fuentes no-científicas para llegar a los
resultados que esperan de determinado experimento, estos son: la percepción, la
memoria y la intuición lógica, es por eso que si dependemos de estas fuentes,
las cuales son no científicas, para llegar a una conclusión en términos del método
científicos entonces afirmamos que cualquiera de estas fuentes [la percepción
auditiva, la memoria y la intuición lógica] que descartemos en un proceso
científico nos llevaría a obtener resultados insostenibles o no confiables. Por
ejemplo: Los astrónomos no pueden investigar una super nova si no confían en su
precisión visual cuando realizan observaciones a través de un telescopio, un
biólogo que investiga un Cálao Rinoceronte, una de las especies de aves de la
Isla Borneo, tiene que tener sin lugar a dudas una percepción auditiva muy
precisa, un químico que trabaja en una estructura molecular nueva no puede
continuar su investigación si no recuerda el trabajo realizado el día de ayer o
hace unos minutos atrás, debe tener confianza en su memoria. Un matemático que
trabaja en la prueba de hipótesis de Riemann puede hacer su trabajo solo si
confían plenamente en la intuición de sus cálculos.
Dado que el cientificismo
opera en el área de las ciencias naturales, la química, la física y la bióloga,
deja de un lado otras áreas del conocimiento como, por ejemplo: la historia y
la psicología incluso la filosofía. Peter Atkins llegó a afirmar que la ciencia
es la realidad ultima y que la filosofía era el obstáculo. Por ejemplo, a) en
el área de la historia no se pueden llevar a cabo los experimentos de la misma
manera que se hacen en las ciencias naturales, b) la ciencia aún no puede dar
explicación de la moral, de la conciencia; entonces el cientismo opera en base
a un mundo netamente materialista, es decir que lo que percibimos es la
realidad última cayendo, podríamos decir, en el desprecio por los hechos
históricos, por el estudio de la moral, de lo que es bueno, de lo que es malo,
de la actividad que hubo detrás de la creación del universo; lo antes
mencionado se reduce a lo siguiente: si no puede ser observado a través de un
proceso racional del método científico no puede ser tomado en cuenta como
conocimiento que explica la realidad.
Mary Midgley formula su
argumento en contra del cientismo de la siguiente manera[4]:
“La ciencia no se puede
sostener sola. No podemos creer de forma ciega en sus proposiciones sin tener
en cuenta otras áreas del conocimiento. Aspectos tan importantes como la
existencia del mundo externo, la confiabilidad en nuestros sentidos, en nuestra
memoria y fuentes de información y la confianza en nuestra lógica, sino no son
tomados en cuenta nos alejamos mucho de lo que realmente significa hacer
ciencia.”
Susan Haack es filosofa y
profesora en la Universidad de Miami, en su libro Defendiendo la ciencia dentro
de lo racional. Cientificismo vs. Cinismo[5], plantea lo siguiente:
“Hasta ahora nadie me ha
acusado de cinismo [en el área de las ciencias] pero algunos lectores me han
acusado de cientificista. En el capítulo de apertura planteo la confusión que
existe entre aquello que la ciencia hace y aquello que no puede hacer. Hago la
siguiente clasificación: a) El cientificista, una conducta marcada por el hecho
de que lo que se hace en ciencia es autoridad única y debe ser aceptado por lo
tanto se debe despreciar toda critica que se le hace a la ciencia y etiquetarlo
de anticientífico y b) Y por otro lado no podemos caer en el cinismo de aceptar
la critica excesiva a las ciencias socavando de esta manera los procedimientos
usados para explicar el mundo natural. La ciencia no es sagrada, ni es una
confidente total, es falible, limitada y que a través del ser humano ha sido
una empresa de éxito.”
¿Qué sucede con las
emociones? Los científicos no son personas frías calculadoras que todo lo ven
de forma objetiva, aquellos que afirmen que el científico es una persona 100%
objetiva, sin saberlo, se está dejándose llevar por sus mismas emociones en el
sentido de querer defender de forma fundamental que la ciencia es el
único camino para obtener el conocimiento de la realidad. Albert Einstein
cuando estaba trabajando en su teoría de la relatividad dijo: “Tengo Fe en
que la velocidad de la Luz es constante.” Hay un debate muy interesante entre
el filósofo y apologeta William Lane Craig y el físico teorético Lawrence
Krauss, es un video que contiene varios debates entres estos grandes, pero vale la pena verlo porque se ve como las emociones
traicionan a Krauss[6].
El primer debate dura casi 2 horas; en primer lugar, como es de costumbre cada uno
inicia con su argumento [por lo general son de 10 a 15 minutos], comienza
Krauss y de inmediato se le ve la actitud de burla e insulto, luego sigue Craig
y posteriormente viene la sesión de discusión y preguntas de la audiencia; pues
el Sr. Krauss no dejaba hablar a Craig, cada vez que éste [Craig] empezaba a
contestar una pregunta o a dar sus argumentos el Dr. Krauss lo interrumpía y
cada vez de forma mas agresiva y humillante, hasta el punto de que se le notaba
la molestia y la rabia al Sr. Krauss, es decir, sus emociones pudieron más que
su formación de científico, el moderador tuvo que parar en varias ocasiones al
Sr. Krauss porque no dejaba hablar al Dr. Craig, a tal punto que le tuvo que
decir que se calmara y que leyese algo de historia y filosofía, en ese momento
el Sr. Krauss se queda callado pero murmurando para sí mismo todo regañado.
Las emociones, aunque no
se quiera aceptarlo, influyen en el científico cuando se encuentra realizando
una investigación. Las emociones forman parte de las actitudes del ser humano y
hay muchas razones para creer que son incluso fuentes de creencias necesarias
en el área de las ciencias naturales. Ilona Stengel, químico e investigadora en
el área de las pantallas OLED [Diodo Orgánico de Emisión de Luz], hace un excelente
resumen en una ponencia TEDx acerca del papel que juegan las emociones en el científico[7]. En principio, hace la
afirmación de que los científicos son seres humanos como cualquier otro, con
familias, con problemas, con altos, con bajos, lo cual involucra momentos emocionales.
Por supuesto, como afirma la Dra. Ilona, la ciencia debe estar basada en los
hechos y la lógica [aparece la lógica como rama de la filosofía que ayuda a formular
premisas y conclusiones para llegar a la verdad] y que junto con las emociones
deben hacer un equipo para que un proceso de investigación tenga éxito. Analizar
datos puede tardar semanas, meses o años [muchos años incluso] pues es ahí en
esos momentos donde la fortaleza emocional del científico debe prevalecer para
tener la motivación de seguir adelante o incluso de declinar una investigación
si con el tiempo comprueba que las hipótesis no se corresponden con los datos. El
científico cuando inicia una investigación tiene una creencia, cree que
en determinado proceso si se activa un mecanismo M tendrá un evento E
y para justificar esa creencia recurre a los hechos y a la lógica, mas aún, se
hace la siguiente pregunta ¿Habrá la ocurrencia del mismo evento si se
introducen otras variables que perturben el sistema? Y son esas preguntas, en
la medida que avanza el proceso de investigación, lo que lo motiva [emociones]
a seguir en su trabajo.
El científico de las
Ciencias de la Computación Ewan Birney sentencia lo siguiente[8]:
“Hay
una visión errónea de que los científicos son personas sin emociones.”
Los debates es lo que
mantiene vivo el mundo del conocimiento, sin estos debates y argumentos viviríamos
como aislados de lo que piensa cada investigador en las distintas áreas del
conocimiento. En cada discusión, en cada debate que se da cuando el
conocimiento es presentado a la sociedad, la razón, la lógica y las emociones juegan
un rol muy importante. La razón para presentar algo basado en la evidencia, la
lógica para que la conclusión de un argumento siga las premisas si estas son verdades
y por último las emociones para poder aceptar con humildad si un nuevo
conocimiento es reconocido o si se estuvo equivocado, no caer en insultos o discusiones sin sentido que lo
único que hacen es dañar el debate real, como se entiende realmente lo que es un
verdadero debate.
El conocimiento tiene sus
límites, la ciencia tiene sus límites. Existen áreas que aún la ciencia no ha
podido dar explicación, lo cual no quiere decir que por esto vamos a aceptar
cualquier explicación sobrenatural, ¡No!, pero si hay que seguir observando a
donde nos lleva la evidencia a medida que se avanza en esas áreas que aún no tienen
solución. Las discusiones de la realidad ultima datan del periodo clásico; los presocráticos
fueron los primeros en hacerse las preguntas acerca de la naturaleza de la
realidad, los pensadores como Tales, Heráclito y Pitágoras se preguntaban acerca
del principio organizador del mundo. Para Tales esa respuesta era el Agua, el
fuego para Heráclito y los números para Pitágoras, todas estas preguntas son metafísicas.
A partir de ese momento se encendió el debate sobre la pregunta ¿Qué existe?,
los escolásticos medievales formularon sus teorías sobre la realidad teniendo a
Aristóteles como máximo representante, luego en el renacimiento siguió la discusión
con los filósofos modernos, los empiristas por un lado y por el otro los
racionalistas, hasta llegar al siglo XX donde todo cambió con la relatividad de
Einstein y la Mecánica Cuántica.
Leonard Susskind es un
físico teorético cuyas ideas han modificado el paisaje de la física teórica en
los últimos años. Contribuyó a desarrollar la Teoría de Cuerdas y que en la
actualidad sus ideas son usadas por muchos físicos para continuar en los
estudios sobre la realidad última. A continuación, algunos pasajes de una
entrevista realizada a Susskind y publicada en la revista Investigación y
Ciencia [I y C, Nro. 420 septiembre 2011][9] en donde expresa su
preocupación respecto a que si estamos en capacidad de conocer la realidad y
que a lo mejor esta se encuentre fuera de nuestro rango de visualización. Lo
entrevista Peter Byrne para la revista I y C. En su introducción hace el
siguiente planteamiento:
“Susskind no es el
primero en expresar tal preocupación. En los años veinte y treinta del siglo XX,
los fundadores de la mecánica cuántica se dividían en dos bandos: los realistas
y los antirrealistas. Los primeros entre quienes se encontraba Albert Einstein,
sostenían que el cometido de la física era proporcionar una imagen mental, por
imperfecta que fuera, de una realidad externa y objetiva. Los antirrealistas,
como Niels Bohr, afirmaban que esas imágenes mentales se encontraban repletas
de atolladeros: los científicos deberían conformarse con realizar y verificar predicciones
empíricas. Susskind opina que las contradicciones y paradojas de la física moderna
ratifican las cautelas de Bohr.”
Interesante en esta
entrevista es la visión de la filosofía de Suskkind, en claro contraste con la del
químico de Oxford Peter Atkins que afirmó que la filosofía es un obstáculo, él
[Susskind] sentencia que las ideas en las cuales se disponen a trabajar los
físicos siempre estarán condicionadas a predisposiciones filosóficas, reconoce la
filosofía como actividad fundamental para explicar lo que existe, recuerde que para
la filosofía son más importantes las preguntas que las respuestas.
Desde el advenimiento de
la Teoría de la Relatividad y de la Mecánica Cuántica los físicos se han encargado
de buscar una ecuación que unifique las fuerzas fundamentales de la naturaleza
para poder dar una explicación de la realidad y es ahí en donde Susskind hace su
énfasis en afirmar que quizás el conocimiento tiene sus límites y no todo puede
ser explicado a través de la ciencia. La entrevista es muy realista, para un científico
ortodoxo quizás las afirmaciones de Susskind no ofrecen mucha esperanza, pero para
un científico que sabe que el conocimiento tiene sus límites quizás este sea el
motor impulsor para seguir en busca de la realidad última, preguntas como por
ejemplo: ¿Sabremos cómo y a partir de qué se generó el universo?, ¿Tiene la
moral [lo buen y lo malo] explicación científica? son motivo de arduos y
acalorados debates.
Dos frases incuestionables
de la entrevista:
“No puede haber una
explicación universal de todo lo que existe, de la misma manera que tampoco
puede haber un teorema que afirme que la temperatura media de un planeta ha de
ascender a 20 grados centígrados.”
Y sigue:
“La gente piensa que, en
ciencia, las reglas son fijas e inmutables: se realizan experimentos, se
obtienen resultados, se interpretan y, al final, algo emerge de todo ello. Pero
el proceso real de la ciencia es tan humano, caótico y controvertido como
cualquier otro.”
Entonces, para concluir,
¿es el cientificismo una religión? depende, si analizamos la postura de Peter Atkins
o de Richard Dawkins, por ejemplo, para ellos la ciencia es la única realidad y
todo conocimiento que no siga el método científico no debe ser tomado en
cuenta, entonces ellos tienen un sistema de creencias igual al de una persona
que está adherida a una religión, John C. Lennox, siendo entrevistado por Eric
Metaxas, hace la siguiente afirmación respecto a esto:[10]
“Este es el problema con
nuestra actual cultura: las personas que están tratando de silenciarte, y de
forma muy agresiva, lo hacen por lo que ellos creen.”
Mas claro imposible, un
ejemplo actual son los movimientos ecologistas: el cambio climático es un tema que
se ha convertido en algo religioso para los neo ecologistas y para una
comunidad científica que no aceptan otra postura distinta a la de ellos, aquellos
que tienen una postura mas escéptica respecto al tema son etiquetados con toda
clase de términos peyorativos, ¿por qué? porque los neo ecologistas [y los científicos
adheridos a este movimiento] no quieren que su sistema de creencias se vea
derrumbado por una realidad que muchos especialistas en el tema no descartan,
la cual es, que los cambios climáticos no obedecen solamente a modelos computacionales,
se deben tomar en cuenta otros factores como la historia de los cambios climáticos,
los fenómenos de la naturaleza, el sentido común y por ende el clima siempre ha
estado cambiando, han existido periodos cálidos y periodos fríos.
Sigue el Dr. Lennox:
“Dawkins escribió en unos de sus libros "el Ateísmo no tiene fe" y resulta que el libro son 400 paginas de lo que
él cree. Debemos darnos cuenta de lo que ridículo que es esto porque hay gente
que se compra este discurso.”
Como siempre finalizo mis
escritos: no espere que se lo cuenten, léase un buen libro de los temas que le
interesa y deje de leer a los “expertos” de las RRSS y así Ud. puede formarse
su propio criterio, con buenos argumentos, lógicos y racionales, no se quede en
la opinión. Platón en sus diálogos de La Republica asevera que la opinión es el
punto medio de una línea recta que tiene en sus extremos a la ignorancia y a la
verdad, es decir, la opinión está a la misma distancia de la ignorancia y de la
verdad. Por último, si deseamos conocer tenemos dos caminos: el largo y el
corto, el largo es leer libros especializados, lees lo mas que se pueda,
distintas posturas y así poder constituir un buen criterio, el corto, el de las
opiniones.
[1]
Austin L. Hughes. La Locura del Cientificismo. Ensayo Otoño 2012 The Folly of Scientism
(thenewatlantis.com)
[2] Ladyman, James y Ross, Don. Every
thing must go metaphysics naturalized. Oxford University Pres. 2009
[3] Rik Peels. The fundamental
argument against Scientism. Vrije Universiteit Amsterdam.
[4] Midgley, Mary. Science as
Salvation. London. Routledge. 1992
[5] Haack, Susan. Defending
Science within reason. Cientificismo vs. Cinismo. New
York. 2007
[6] (203) william lane craig vs lawrence
krauss - YouTube Ultima
vez visto 31-01-2021
[7] (205) The role of human emotions in
science and research | Ilona Stengel - YouTube Ultima vez
visto 01-02-2021
[9] Investigación
y Ciencia. Los límites del conocimiento por Peter Byrne. Nro. 420. Septiembre
2011. [PDF]
[10] (209) John Lennox: Has Science Buried God? -
YouTube
Ultima vez visto 02-02-2021
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