
La sociedad latina es distinta en varios aspectos: gastronomía por los distintos menúes que se ofrecen en nuestra región, en la vestimenta porque hay países que tienen las cuatro estaciones y otros no, en el acento, a excepción de Brasil que hablan el portugués, si bien es cierto se habla español cada país de la región tiene un acento distinto para conversar, en nuestras facciones, en cada país hay rasgos característicos de la expresión facial que nos distinguen.
Ahora bien, en la persecución de nuestra felicidad, en la persecución de una vida prospera y en paz, ¿somos distintos?, es qué acaso unos países de la región quieren ser pobres y otros menos pobres o bien vale decir otros más ricos. El individuo en su sano razonar, porque sólo el individuo razona, querrá ser pobre y estar condenado a una vida de miseria o si nos vamos al otro extremo, el individuo querrá ser millonario y vivir disfrutando del fruto de sus negocios o trabajo productivo. Pues resulta que en este aspecto somos todos iguales, no solo en Latino-américa, sino en el Norte, Europa, Asia, Medio Oriente, etc. El gran pensador del siglo XX, Ludwig Von Mises, en su gran obra La Acción Humana: Tratado de Economía (09/1949), demuestra el por qué del fracaso del socialismo, desde el punto de vista del actuar del individuo; a pesar de que toda sociedad es distinta en algunos aspectos, como los que mencioné al principio, el individuo actúa para lograr un estado satisfactorio, cuando el individuo logra un objetivo se siente satisfecho y deja de actuar.
Ahora bien, ¿qué ha pasado al Sur del continente? ¿Por qué no hemos prosperado tanto como los Estados Unidos de Norte América? O también podemos decir, como los hermosos países nórdicos. El escritor venezolano Orlando Avendaño en una buena columna denominada: ¿Por qué Latino-américa no ha prosperado tanto como los EEUU? nos cuenta que el prócer Francisco de Miranda en sus viajes a la región del Norte admiraba el culto que hacían los pensadores de Norteamérica a la libertad por encima de cualquier gobierno tiránico, es decir, un gobierno limitado para que éste no sea capaz de meterse en la vida de las personas, que sean los mismos miembros de la sociedad capaces de levantarse y forjar su propio proyecto de vida sin tener que depender de un ente mesiánico llamado Estado. Unas cuantas décadas después, en el periodo del renacimiento, en una época llamada La Ilustración, un filosofo inglés, Alexis de Tocqueville, quedo encantando con el avance que ya se veía en Norteamérica haciendo clara referencia a las libertades individuales que gozaban los miembros de la sociedad del norte, en 1835 en su obra De la Democracia en América, Alexis de Tocqueville, alaba la sociedad completamente libre de los ciudadanos del Norte, una sociedad compuesta por hombres públicos que ejercerían la política de tal manera que la libertad siempre estuviese presente.
Mientras esto ocurría en Estados Unidos de Norteamérica, en el sur estábamos inmersos en la barbarie, el salvajismo, la opresión, la miseria y el atraso. Estos eventos ocurrían al mismo tiempo que en el año 1492 américa era descubierta por los españoles, entonces el imperialismo y la dominación extranjera, desde ese entonces, sería la excusa perfecta de todo revolucionario romántico, vividor del sueño de una noche de verano, que usaría para culpar del fracaso de nuestra región en materia de paz y prosperidad económica. Nada mas alejado de la realidad, que en resumen muestra una total ignorancia de esta izquierda que insiste en un modelo que el siglo pasado fue un total y rotundo fracaso desde todo punto de vista: económico, político y cultural. Para entender mejor este fenómeno de la desigualdad en el sur de américa debemos remitirnos a la literatura obligatoria de Carlos Rangel, gran escritor venezolano que advirtió lo que se venía a Venezuela y que el tiempo le dio la razón; en su obra: Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario. Escribe Rangel y cito: "Nuestro fracaso se vuelve comprensible solo mirando los procesos independentistas en toda América. Los estadounidenses, antes de su independencia, no sentían desprecio por el Viejo Mundo, sino que querían construir sociedades mejor que la europea, donde deberá existir la igualdad social y de oportunidades, y donde tendrán vigencia los derechos humanos juzgados naturales por el liberalismo."
Algo que la izquierda le cuesta entender es que el individuo solo tiene tres derechos naturales, derechos que han sido revelados por acción divina y que a través de la razón se han de interpretar: Derecho a la vida, Derecho a la propiedad y Derecho a ganarse la vida como mejor parezca, el resto, salud, educación, vestimenta y alimento deben ser ganado con esfuerzo y trabajo y con un gobierno que le despeje el camino al individuo sin tanta regulaciones e intervención en la vida de la gente.
Una vez que la independencia americana tuvo lugar, honraron, reivindicaron y mejoraron la herencia británica, sin subvertirla, el pensamiento de Locke, Alexis de Tocqueville fue difundido y muy influyente en el porvenir de la sociedad del norte, en tanto que acá en el sur, el manual instruccional de las generaciones supuestamente revolucionarias fue el Manifiesto Comunista de Karl Marx. Entonces, ¿somos sociedades distintas en el sur del continente amerciano? Somos distintos en cultura, gastronomía, clima, acentos pero en la forma de actuar somos todos iguales, todos en nuestra región queremos tener prosperidad económica y paz, lo que sucede es que este continente ha sido gobernado por muchos años por regímenes socialistas (unos mas blandos, otros mas duros) que han adoctrinado al latino inculcándole que la culpa de su miseria es del imperialismo, del colonialismo y que el único sistema capaz de producirle riqueza es el sistema estatísta, es decir un ente llamado Estado es el encargado de llevar paz y prosperidad a la sociedad cuando la evidencia ha demostrado el fracaso rotundo de estos modelos pero no, en este continente la sociedad se empeña en querer cosas gratis porque no son capaces de trabajar duro para que ellos mismo puedan obtenerlas sin necesidad de un tutor llamado Estado.
Nuestro querido continente suramericano ha sido por muchos años adoctrinado, la educación debe ser gratis (nada es gratis, alguien lo paga y está demostrado), la salud debe ser gratis, todo gratis, como dijo una vez el gran Arturo Usalr Pietri: "La sociedad habla de puros derechos pero no habla de deberes."
En resumen: No somos sociedades distintas, la clase política de nuestro continente se ha encargado de adoctrinar al individuo y que no se crea capaz de salir adelante con sus propios patines, el político de turno es el que tiene el poder de sacar adelante a la gente y ese ha sido el peor error por la cual estamos estancandos, a diferencia de algunos países que han optado por la economía de libre mercado pero que la élite política insiste en querer destruir para volver a la sociedad dependiente de ellos.
"Una sociedad que priorice la igualdad por encima de la libertad, no obtendrá ninguna de las dos; en cambio una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de las dos." (Milton Friedman)
Hasta la próxima
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