1) Ciencias duras: En el campo de las ciencias duras los juicios emotivos no pueden ser usados para argumentar. Recordemos que en el campo de las ciencias duras, como la física, la química, la biología, etc. la observación es el factor principal para formular teorías. Las ciencias duras no son creencias, son teorías observables que pueden ser refutadas o ser aceptadas si las hipótesis obedecen o no a lo formulado al inicio de la investigación.
Imagine Ud. que un individuo cualquiera se levanta un día con ganas de odiar a las leyes de Kirchhoff, se presenta en un medió audiovisual, foro, o conferencia, para advertir que las leyes de Kirchhoff no son válidas, se lee ridículo, pero hagamos el ejercicio; al ocurrir este evento, cualquier profesional que conozca este campo de forma inmediata lo etiqueta como un charlatán. ¿Por qué lo calificamos como un charlatán? Porque cualquier estudioso de esta área tiene el conocimiento de que las leyes de Kirchhoff se pueden verificar armando un simple circuito serie, paralelo o mixto.
En conclusión: En el campo del las ciencias duras es la evidencia la que sustenta un teorema, los juicios emotivos no tienen nada que hacer, podemos reclamar, llorar, alegar, lo que Ud quiera, pero si la evidencia sustenta una teoría, esta debe ser aceptada, como afirma Popper: Mil observaciones que comprueben una teoría pueden dar como aceptada dicha teoría, pero basta una observación que la refute para descartarla como teoría.
2) Ciencias blandas: Acá la situación es distinta, las mal llamadas ciencias blandas, están sometidas a la opinión, a las emociones, a las circunstancias, etc. Las ciencias sociales como la historia, la sociología, la economía, la antropología, tienen sus métodos de investigación para llegar a formular el conocimiento real y verdadero, pero son vistas muy por debajo de las ciencias duras, son vistas como algo muy pequeño que no tienen importancia en el campo del conocimiento. Volvamos al ejemplo inicial, sobre esa persona que afirma que las leyes de Kirchhoff no son válidas, suena alocado, pero, ¿por qué en el campo de las ciencias blandas no ocurre lo mismo? Fíjese Ud. en esta era de la pos verdad, como Umberto Eco afirma y cito: "Antes la gente se reunía en un bar con una copa de vino para hablar de política, economía, etc, y juraban cambiar el mundo pero eso se quedaba ahí, resulta que ahora no es así, las redes sociales le han dado cabida a una legión de idiotas que creen que opinando tienen la verdad y más aún sus opiniones deben ser aceptadas como verdaderas."
El profesor e historiador Dr. Thomas E. Woods, en su libro, Cómo la iglesia construyó la civilización occidental, lo plantea de la siguiente manera: "Debe ser muy frustrante ser historiador de la Europa medieval: por más que uno se esfuerce en recabar pruebas en sentido contrario, todo el mundo sigue creyendo que el Medioevo fue un yermo intelectual y cultural de principio a fin y que la Iglesia Católica no ha legado a Occidente nada más que reprensión."
El maestro Julio Retamal Favereau (lo de maestro es de mi parte), nos dice y cito: "En primer lugar, me parece que la Historia es, fundamentalmente, producto del historiador y no del hombre, sea éste considerado como individuo, como colectividad o como especie, género o universal. Es decir, la Historia es un estudio, una forma de conocimiento, una disciplina y no una actitud, una conducta o una forma de existencia."
Debo plantear entonces con estas líneas los siguientes alcances:
a) Siempre seremos ignorantes en aquellas áreas del conocimiento que no hemos estudiado, por lo tanto, antes que opinar es mejor ponerse a estudiar. El profesional de las ciencias duras será bueno en su campo pero debe saber que tiene limitaciones y si quiere abarcar otras áreas fuera de su área de expertise debe ponerse a estudiar. En esta era pos moderna decir ¡No Sé! cuesta mucho, la gente no quiere debatir, quiere imponerse como sea, no es una discusión para generar una conclusión es una pelea para insultar.
b) El profesional de las ciencias blandas tiene su método de investigación para recabar pruebas y presentar evidencia sobre un tema determinado. El término ciencias blandas es un término peyorativo, se les llama blandas porque precisamente en esta era de la pos verdad hay mucho opinólogo que habla de historia, economía, política como si fuesen tremendo expertos y no se han leído ni un libro de un historiador, un economista o un politólogo. Sí desea aprender Matemática busca textos escritos por personas expertas, si desea aprender economía debe leer a aquellas personas expertas en esa área, si quiere aprender historia, buscará los textos escritos por los expertos.
Por otro lado, está muy de moda actualmente, apoyarse en la falacia de la autoridad (puedo asegurar que no saben lo que es la falacia de la autoridad) sobre todo en el campo de las ciencias sociales. Me explico: Cuando queremos aprender el tema de las leyes de Maxwell, por ejemplo, ubicamos un texto de electromagnetismo para estudiar, hay muchos autores que tratan este tema, cada uno le da su toque personal para presentarlo pero en el fondo las leyes de Maxwell son las mismas en cada texto, ningún autor presenta una cosa distinta a otro autor en este tema; a lo que voy es que cada autor presenta su didáctica para explicar el tema pero en el fondo el objetivo es el mismo, presentar las leyes de Maxwell. Cada alumno o grupos de alumnos tendrán un autor favorito para estudiar este tema, quizás algunos no les guste un determinado autor pero a otros sí, pero eso no quiere decir que lo planteado en cada texto esté errado, las leyes de Maxwell están en libros como por ejemplo el Hyatt y el Zahn, cada uno a su manera las presenta y cada persona se identifica con uno de ellos y los cita sin estar cayendo en una mal usada falacia de la autoridad, porque en el fondo las leyes presentadas son las mismas.
Pero cuando se trata de las ciencias blandas ahí la cosa es distinta, las emociones y los relativismos son el condimento principal de las discusiones en este campo. Cuando se discute en economía, por ejemplo, con toda la evidencia empírica que hay sobre el fracaso de los movimientos colectivistas (socialismo, comunismo, fascismo) tenemos grupos que insisten en implantar estos modelos de sociedad que han sido un fracaso. Con la gran cantidad de literatura revisada que hay pero no, es mejor apelar a las emociones y a los relativismos para seguir defendiendo estos modelos que lo único que han traído es miseria. En el campo de la historia ocurre lo mismo pero de forma más pronunciada; los historiadores se dedican a un tema determinado para investigar y cada uno presenta su investigación en un paper o en un libro, si las evidencias presentadas por cada historiador conlleva a las mismas conclusiones, cada cual con su estilo, entonces afirmamos tener un conocimiento con respecto a determinado evento de la historia. Si no me gusta un determinado autor, eso es personal, pero no quiere decir que lo se está presentado es falso.
La falacia de la autoridad es aquella que se usa para justificar como verdadero un conocimiento pero que viene de alguien que no tiene experiencia en el área o también cuando alguien toma la opinión de otra persona por verdadera, sin detenerse a investigar de proviene esa información. Por ejemplo, citar a Albert Einsten en temas de religión es caer en la falacia de la autoridad, pues Einsten no era religioso era físico. Vuelvo a insistir, si queremos aprender economía, por ejemplo, buscamos a los expertos en esa área y leemos las distintas corrientes que hay y que junto con la evidencia empírica que sustentan los mejores modelos, nos podemos forma nuestro propio criterio. Lamentablemente, en el campo de las ciencias sociales siempre se involucran las emociones y los relativismos, la opinión siempre estará a la orden del día.
Mises lo dejó plasmado en su ensayo llamado Liberalismo: "Sí una persona va buscando ayuda a un doctor por una dolencia espera que el doctor le suministre un tratamiento, el paciente no apela a las emociones si el doctor le dice que debe dejar ciertos alimentos porque sabe que esa actitud le puede costar caro. Pero cuando se tratan temas sociales, ahí la cosa pinta distinta, el político que anuncia medidas nocivas es aplaudido y el reaccionario es insultado."
¡Hasta la próxima!

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