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martes, 26 de enero de 2016

Los males del asistencialismo

E 

La cultura popular del latino se ha caracterizado por el hecho de que sus problemas deben ser resueltos por algún iluminado o Mesías; es muy común ver en el latino buscar echarle la culpa a los demás de sus problemas o en su defecto a los gobiernos de turno por no resolver su situación socioeconómica.

Precisamente sí queremos ver cambios en nuestra situación económica debemos dejar de pensar que la solución de los problemas que nos aquejan vienen de la mano de algún Dios, la solución a nuestros problemas está en nosotros, somos nosotros los que realizamos cambios en la dirección de nuestras vidas, si podemos hacer un cambio conceptual podemos cambiar el curso de nuestro camino por la vida.

Se ha demostrado que la intervención masiva de los gobiernos en la sociedad genera corrupción, fomenta la mediocridad y agranda de tal manera el Estado que se olvidan de sus funciones básicas las cuales son: justicia, seguridad y obras. Para generar paz y prosperidad el camino es una económica realmente  de libre de mercado, sin intervenciones del Estado, en nuestra tan golpeada Latinoamérica nunca hemos tenido capitalismo libre de verdad en los gobiernos electos por vía del voto, lo que siempre ha habido es una económica de libre mercado pero con el ojo del estado puesto siempre en los movimientos que realizan los empresarios, buscando la comisión por parte de los funcionarios del Estado para que las empresas gocen de protección generando monopolios en la producción de bienes y servicios y así de esta manera se deja a un lado a todo individuo que tenga una idea para emprender, el Estado coloca las mil y unas trabas para hacer prosperar el negocio o la idea, protegiendo a los grandes empresas porque saben que cada fin de mes tienen su comisión asegurada.

La cultura del latino es escoger al gobernante que ofrece más pero que nunca dice de dónde va sacar recursos para hacer lo que promete, es decir no se juzga por los hechos se juzga por lo que ofrecen. Escuchen el discurso en algún proceso de campaña política de un militante de la izquierda, promete, ofrece pero nunca dicen de dónde saldrán los recursos para ejecutar lo que promete y Uds lo verán cuando entrega una obra, dice algo así como: esta obra es gracias a mi, lo que Uds tienen es gracias a mi, afirmaciones falsas e irresponsables.

Y así con el pasar del tiempo se ha creado la cultura de que debemos escoger a aquellos gobernantes que vengan a resolvernos nuestros problemas lo cual ha traído como consecuencia mucha pobreza en nuestra región, gente dependiente de los favores del Estado, y de esta manera la izquierda a hecho su piso político, manteniendo a una población marginal y con esperanzas para que nunca dejen de votar por ellos.

El remedio, para remediar este mal, no es la misma medicina, es decir disminuir la dosis de gobiernos populistas en algunos casos o aplicando más dosis de socialismo. El remedio es hacer un giro de 180 grados y hacer todo lo opuesto, es decir entregarle a la gente el poder de generar riquezas por su esfuerzo y trabajo. Se necesita un gobierno que se dedique a realizar sus funciones básicas, cobrar los impuestos básicos y fomentar la inversión que por ende traerá muchos bienes y servicios y a precios accesibles para toda la sociedad, el dinero se hace fuerte y el individuo se puede capitalizar, es decir puede ahorrar para lo que él crea conveniente. Nunca olvidemos que nada es gratis, a menores impuestos más dinero en tu bolsillo.

Los cambios conceptuales no son de un día para otro, eso es cierto, eso requiere de tiempo, trabajo en equipo y mucha constancia. Por eso en vez de andar quejándonos de que la culpa de nuestros problemas se deben a los gobiernos socialistas, entonces empecemos por interesarnos en política, pero política de verdad; se requiere de acción política para dar a conocer otra vía distinta de hacer las cosas.

No hace falta tener un Master en economía para saber cómo funciona la economía y cómo se genera riqueza; leer a los que saben, formar células de trabajo e irse a la calle a gritar sobre gobiernos limitados, libre mercado y propiedad privada, o lo que llamamos democracias liberales. La izquierda se caracteriza por salir a la calle a gritar, lo hacen bien, tan bien que la gente al no escuchar algo distinto les cree y los eligen, entonces los liberales deben salir a la calle a dar a conocer el proyecto de un gobierno demócrata liberal, el proyecto de las cinco reformas para que la gente lea y tenga otra fuente para comparar.

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