La educación es el motor principal de toda sociedad progresista; los progresistas se definen como aquellos que no necesariamente deben anclarse en una ideología política y/o religiosa para salir adelante.
Ser progresista requiere de una motivación, de querer lograr algo que cambie tu vida para bien. Por lo tanto un progresista busca los medios necesarios y que estén a su alcance para lograr metas que le traigan bien estar.
Pasión, voluntad, conocimientos y amor es lo que requiere un progresista para lograr mejorar su salud mental y física. No sólo se puede ser progresista para lograr bien estar económico, se puede progresar en muchos ámbitos de nuestras vidas.
Por ejemplo, el tan mencionado problema de la obesidad; hoy en día vemos muchas campañas que van en favor de combatir la obesidad pero qué tan factibles pueden ser esas campañas a lo mejor logran más depresión en una persona obesa.
La campañas mediáticas, más que ayudar, buscan alimentar el consumismo en personas que sufren de obesidad, comprar suplementos alimenticios que a lo mejor no nos proporcionan una solución a problema real.
Si un individuo quisiera eliminar un problema de obesidad lo mas lógico es buscar ayuda profesional, buscar el conocimiento que aunado a una fuerte voluntad por sanar, hacen la ecuación exacta para progresar en el ámbito de estar saludable, por citar un ejemplo.
En base a esto podemos decir que progresar requiere educar se, leer, buscar ayuda profesional, asesorarse con expertos y tener pasión por aquello que queremos lograr cambiar en nuestras vidas, así formulamos nuestra ecuación del progreso:
Progreso = Pasión + Voluntad + Amor + Conocimiento
Las circunstancias nos pueden ser adversas en algún determinado momento de nuestro camino, es en ese momento en donde nuestras variables de nuestra ecuación se ponen a prueba, se debe ser firme por lo que se cree, se debe firme por lo que creemos estamos haciendo bien basado en argumentos sólidos. Si mentalmente no creemos en lo que hacemos debemos revisar nuestras variables y cambiar lo que pueda estar dañando nuestro proceso de crecimiento.
Todo cambio es, si que quiere decir, nostálgico, nos genera miedo por lo nuevo, incertidumbre por las nuevas normas que tendremos que acatar, el cambio en nuestro estilo de vida. Pero no debemos verlo como una preocupación, es normal sentir miedo a un cambio en nuestra vidas.
Nostalgia porque recordamos y tenemos la sensación que podemos perder la tranquilidad que teníamos, recordamos lo cómodo que estábamos en el pasado antes de tomar la decisión de buscar algo mejor para nosotros. Ahora bien, si el cambio es porque estamos viviendo una situación que nos está afectando nuestra calidad de vida no se debe sentir nostalgia por lo vivido ya que es un cambio para borrar algo que nos hace daño.
Miedo es obvio sentirlo porque tenemos miedo a fracasar pero si en nuestra vida no tomamos riesgos nunca subiremos escalones.
Incertidumbre de poder adaptarnos al nuevo estilo de vida, poder acatar las normas; por ejemplo, cuando una persona toma la decisión de irse de su país natal se nos vienen muchas preguntas que incluso nos generan ansiedad, algunas pueden ser: ¿cómo serán las leyes? las normas, la cultura, la disciplina, en fin, por eso es que lo recomendable es leer sobre lo que andamos buscando, buscar asesoría para saber donde nos vamos a parar al momento de tomar una decisión de cambio en nuestras vidas.
Recuerden; no se trata de esperar a que la lluvia cese, a veces debemos aprender a bailar sobre la lluvia...gran frase que debemos tener en cuenta cuando buscamos cambios positivos en nuestras vidas.
Prof. Antonio Alvarado
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