Les confieso que nunca he querido inmiscuirme en procesos políticos porque hacer política en Venezuela hace ya mucho tiempo que es sinónimo de generar riquezas de manera ilicita. No hablo por todos, en estos tiempos que transcurren, la forma tradicional de hacer política ya esta obsoleta, nunca se preocupó por renovarse y nacen nuevos liderazgos.
Liderazgos con ganas de trabajar, en funcion de mejorar la calidad de vida del venezolano; líderes que quieren hacer de Venezuela un país de primer mundo, en donde se respeten los derechos de todos por igual.
No cabe duda que para llevar un país adelante requiere de mucho trabajo, grandes sacrificios y sobre todo ser parte de ese cambio. Generar ideas, debatirlas y formular planes de trabajo que nos beneficien a todos. Si bien es cierto, los indicadores económicos dicen mucho sobre el progreso de un país, tambien es cierto que nuestra cultura, nuestra manera de comportarnos, también hablan de nuestro avance como sociedad.
Por ejemplo; se puede tener un buen empleo, tener estabilidad económica pero cuando vamos en nuestro auto, tiramos basura, no somos cordiales con los peatones, no respetamos las leyes de transito, no respetamos la tranquilidad de nuestro vecino en nuestro conjunto residencial cuando colocamos música a alto volumen y asi puedo nombrarle muchas conductas que a diario vemos en nuestra sociedad.
Un país necesita cultura, necesita leyes que se apliquen, necesita de buenos políticos que tengan vocación de servicio, no que sean servidos por la gente. La cultura se impone desde arriba, desde el jefe de estado, querer nuestra comunidad, no dañar nuestra comunidad porque dañando lo que un gobierno le cuesta, dañamos a todos incluso al que ocasiona el daño.
Ahora bien, las instituciones del estado juegan un papel impoortante en el avance cultural de un país, deben estar al lado del jefe de estado para ir propiciando los cambios que vayan en pro de la gente. Las universidades por ejemplo deben ser generadoras del pensamiento crítico, es la élite del conocimiento, debe ir a la vanguardia de los cambios que requiere un país para ir hacia el progreso.
Sus profesores deben tener buenas condiciones laborales, deben ser respetados y queridos por la sociedad, como me dijo un gran amigo: "El profesor universitario debe ser un intelectual de la sociedad."
Pero también el profersor debe estar al servicio de la comunidad, debe investigar para generar patentes y asi de esta manera estar a la par con la realidad social, cultural, económica y tecnológica.
Es muy fácil escribirlo, el lector pensará que con un teclado ponemos nuestra imaginación a volar y escribimos frases que pensamos son imposibles para esta realidad social y económica que tenemos hoy en día. La única salida que nos queda: involucrarnos en los procesos que generen cambios, pero cambios positivos, cabe destacar.
Debemos escribir, como profesor universitario estoy en el deber de generar cambios pero a la vez nos tenemos que involucrar y participar en los procesos políticos para impulsar una nueva forma de hacer política.
La politica 1.0 como la he denominado, ya quedó obsoleta; un sistema operativo que quedó para que los dirigentes sean servidos por sus afiliados, un sistema operativo que se rehuso a actualizarse porque no le convenía y digo convenía porque ese viejo Politics OS (Sistema Operativo Político) ya no es efectivo y se quedó en el pasado.
Hoy tenemos la política 2.0 un nuevo sistema que está al servicio del usuario, un sistema que pretende generar conciencia en los usuarios para tener una buena calidad de vida, un sistema que ira a la par con los avances económicos y lo más importante que estará en constante actualización.
Quizas muchos no veamos las nuevas versiones, pero me imagino esas versiones con una sociedad pulcra, de respeto, de espacios públicos para disfrutar, de ayuda entre los distintos usuarios porque definitivamente el progreso de una país se mide por su economía y por la cultura que mostremos y seré insistente en esto para ser generador de cambios en mi sociedad.
Seamos reconocidos por nuestra labor y no por promesas hechas que a lo mejor no cumpliremos; prefiero decir: Lo único que te prometo son mis ganas de hacer las cosas bien, respetando las normas para que todo funcione como debe ser.
"Nuestros derechos como ciudadanos no son privilegios, las leyes nos consagran nuestros derechos y por encima de las leyes, nadie"
"Que la razón nos guíe y que nuestra pasión sea nuestro impulso."
Prof. Antonio Alvarado
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